Fragata ARA

Libertad

Premiaron a la fragata “Libertad” por ganar las dos regatas del Bicentenario
11-8-2010 | El buque escuela de la Armada Argentina se consagró ganador en tiempo corregido en las regatas que se corrieron en el Atlántico y en el Pacífico. La Armada de Chile le otorgó un galardón especial

Fuente: Gaceta Marinera

BUENOS AIRES – Ya en su apostadero habitual del puerto de Buenos Aires y luego de participar del Encuentro y Regata Internacional de Grandes Veleros “Velas Sudamérica 2010”, la fragata ARA “Libertad” descansa y su tripulación rememora lo vivido durante ese evento que marcó un hito en la historia de la vela mundial.

Velas Sudamérica reunió a doce grandes veleros y tuvo un itinerario de 14 puertos alrededor de Latinoamérica, tres de los cuales fueron en Argentina (Mar del Plata, Buenos Aires y Ushuaia). Recorrieron más de 15.000 millas, en conmemoración y festejo del Bicentenario de cinco países.

El encuentro organizado por las Armadas de Argentina y Chile, incluyó dos regatas: la del Atlántico, que unió Río de Janeiro (Brasil) con Mar del Plata (Argentina); y la del Pacífico, entre Talcahuano y Valparaíso (ambos en Chile).

De características diferenciadas, la primera abarcó 1.600 millas, que la fragata ARA “Libertad” recorrió en ocho días. “Tuvo alternativas muy interesantes desde el punto de vista meteorológico e hidrometeorológico, mar grueso, incluso tormentas frente al río de la Plata”, rememoró el comandante del buque escuela, capitán de navío Alfredo Blanco.

Otro tramo muy difícil fue la finalización de la regata, porque llegaron a las 3 de mañana, la ciudad balnearia estaba iluminada y no se veía bien el buque que indicaba la línea de llegada. Además el velero escuela mexicano “Cuauhtémoc” estaba a 11 minutos de la popa de la “Libertad”, por lo que debió recurrir a la estrategia de “negarle la entrada en el agua” –en términos marineros, para sacarles ventaja.

Fue así como el velero argentino salió segundo en el agua –después del “Cisne Branco” de Brasil— y primero en la clasificación general.

En aguas del Pacífico

Debido al terremoto y posterior maremoto que sufrió Chile en febrero pasado, no se pudo ingresar al puerto de Talcahuano como estaba previsto en el itinerario inicial. “Es destacable que debido a la tenacidad y el esfuerzo de las autoridades de la Armada de Chile se realizó igual la regata desde la latitud de esa ciudad hasta Valparaíso, y todo el evento se desarrolló con normalidad”, remarcó el capitán Blanco.

La meteorología no ayudó al inicio de la regata porque, sorprendentemente, no había viento, contrario a lo que se espera para el Pacífico. “Fue una regata muy breve –de menos de 200 millas--, muy técnica y táctica, a diferencia de la del Atlántico que fue estratégica”, contó el comandante.

En la regata fase Pacífico, la “Libertad” salió tercera en el agua y primera en tiempo corregido. De eso resultó que la fragata argentina fue primera en ambos eventos competitivos de Velas Sudamérica 2010. Por ello recibió premios por cada regata y la Armada de Chile le entregó un premio especial, por haber ganado ambas competencias.

El reconocimiento es un cuadro que refleja una tormenta en el Cabo de Hornos, pintado por un artista chileno. Las autoridades organizadoras chilenas entregaron el cuadro en Valparaíso, en la ceremonia de premiación.

Durante todo el tránsito por aguas chilenas y en los puertos de Punta Arenas, Valparaíso y Antofagasta, el espíritu fue de cooperación por las circunstancias que vivía el país vecino. “Fue emocionante ver cómo todas las tripulaciones participaron en actividades que, si bien pequeñas en lo físico, fueron muy grandes en lo demostrativo para hacer tangible que Velas 2010 se podía adaptar desde un cariz festivo y conmemorativo a una circunstancia donde la colaboración era la clave”, explicó el capitán Blanco.

Aparte de los logros deportivos y de la relevancia del Encuentro y Regata Internacional, lo más importante para la fragata “Libertad” fue cumplir con su 41º viaje de instrucción, que fue único e irrepetible, porque se enriqueció con las actividades conmemorativas del Bicentenario. Y una vez más, como desde su primer viaje, cumplió con su misión de representar, de manera honorable, a la Argentina en el extranjero.