Seguridad


Entrevista de Roberto Garro a Emilio Piperno

 Naufragó en Miramar el 30 de enero de 2003 y estuvo a la deriva en el mar desde las 11:00 hasta las 19:33 que lo rescata PNA en medio de un temporal
 

Título del Comunicado de Prensa de PNA del 31 de enero:


DOS NAVEGANTES DEPORTIVOS QUEDARON
 A LA DERIVA EN EL MAR 

Uno fue rescatado por un helicóptero de Prefectura y el otro logró nadar hasta la costa. Ambos sufrieron hipotermia debido al intenso frío y un profundo estado de fatiga

El 31 de enero de 2003 recibimos un comunicado de prensa de PNA donde daban cuenta del rescate en Miramar de un tripulante de una embarcación deportiva mientras su acompañante lograba llegar nadando a la playa.

El rescate había tenido lugar a las 19:30 del día anterior, la eficiencia de la oficina de prensa de la PNA nos permitió publicar la nota con su foto 10 horas después del hecho.

Quizás sirva este aterrador relato para modificar actitudes antes de embarcar, tomar conciencia que demorar la zarpada unos pocos minutos puedan resultar definitorios para que una salida de placer  se transforme en pesadillas.

Nuestra recomendación:

Chequeo previo de la embarcación, motor y combustible
Consultar un pronóstico extendido más allá del tiempo estimado de navegación
Chequear todos los elementos de seguridad según el tipo de embarcación y la zona a navegar
Llevar carta de la zona a navegar
Hacer el despacho que corresponda

 

Emilio Piperno tiene 42 años, hasta hace dos meses empleado bancario; estaba en Miramar de vacaciones,  con su familia, su señora Patricia y sus tres hijos: Facundo de 3 años, Ignacio de 5 y Agustín de 8.
 

Emilio Piperno nos cuenta su experiencia.

RG:  Cómo comienza tu día el jueves 30
EP: El jueves 30 de enero a las 05:30 me despierto,  salgo a observar el clima y me empiezo a preparar para ir en busca de mi amigo Daniel Benavides para una salida de pesca. Daniel es oriundo de Miramar,  tiene 55 años y es padre de 12 hijos.  Ex buzo de la armada y ex guardavidas por 30 años en Miramar.

 Era el día que estaba esperando para concretar esa salida de pesca para buscar el salmón,  y  que  por distintos motivos, ya sea climáticos o de otra índole se venía postergando desde hacía varios días. También el día 31 de enero concluían mis vacaciones y solamente nos habíamos embarcado  una vez  donde hicimos pesca variada a unos 500 metros de la costa. En esa oportunidad  habíamos logrado un buen número de piezas, pero era una pesca variada. Yo quería pescar algo “grande”.

A las 07:00 le golpeo la puerta a Daniel y me contesta  “Ya estoy”

Fuimos a buscar la lancha, un casco rígido del tipo Regnícoli de 4,30 mts de eslora con un motor fuera de borda de 50 hp. , propiedad de Daniel que la compró con una indemnización  cuando fue despedido después de 30 años de servicio como guardavidas, la compra  con el propósito de poder seguir manteniendo a su familia.

Ya habíamos comprado la carnada, el tanque estaba lleno y la llevamos al Náutico Miramar.

Mientras él bajaba la lancha yo busco a mi familia, la idea era que fuese un programa para todos. Al regreso saldríamos a dar una vuelta con los chicos y mi señora.

Hizo el despacho y la puso en el agua. 

A las 09:30 estábamos zarpando desde el Náutico Miramar, la zona de pesca estaba a 7.000 metros del Náutico.

Cuando llegamos a destino tiramos el ancla, encarnamos y comenzamos a pescar, pero casi inmediatamente yo me mareo y vomito a pesar de haber tomado esa mañana un comprimido de Dramamine para prevenir el mareo. Eran aproximadamente  las 10:30, y resuelvo levantar mi caña, con semejante descompostura si llegaba a clavar algo no lo podría trabajar. Me quedé quieto un rato con los ojos cerrados para ver si me sentía mejor, pero al ver que no,  le pedí a Daniel de volver a la playa, donde estaban mi mujer y mis hijos con los que  también teníamos previsto hacer un paseo en la lancha luego de la jornada de pesca.

Eran las 11:00 aproximadamente cuando emprendimos el regreso y se empezó a levantar un viento moderado del SE que genera un poco de marejada. Yo estaba medio adormecido cuando en un momento soy empapado de repente por una ola que golpeó de proa, a pesar de ello continué  con los ojos cerrados pues estaba muy mareado.

Iba sentado en la banda de estribor, donde están los comandos de la lancha, Daniel estaba timoneando directamente desde el motor para equilibrar el barco;  escucho a Daniel que me dice: "Emilio me vas a tener que ayudar a achicar un poquito"  Me doy vuelta y lo veo a Daniel con agua hasta la rodilla, "me hubieras avisado antes"

EP                   Daniel, voy a pedir ayuda
Daniel              No, no, achicamos un poco y ya está 

Me doy vuelta para buscar un elemento para achicar y siento que se para el motor

Daniel              Uhh la mierda

En ese momento entra una ola, esa ola nos hundió, literalmente en un abrir y cerrar de ojos se fue de popa, desapareció.

Estaba en el agua con el celular en la mano, con pantalones yoguin de algodón que me empujaban al fondo por lo que me los saqué, cuando quise utilizar el teléfono ya no andaba.

Uno o dos minutos después sentimos un ruido y asoma la proa, serquita nuestro, a dos metros, pero solo se mantuvo  un momento a flote pues había un pequeño orificio por donde escapaba el aire emitiendo fuerte sonido (no se nos ocurrió siquiera poner un dedo para detener la fuga de aire)

D-        Llamá para pedir ayuda
E-
        No, ya se ahogó no va más
D-        No te preocupes, estamos cerca, vamos a ir derivando para el vivero, vamos a nadar despacito, la corriente da para allá,  nademos de espalda, despacito que vamos a salir en el vivero

RG:      ¿A qué distancia de la costa estaban?
EP       Calculo que a 2.000 metros 

RG:     Por qué no tenías puesto tu salvavidas
EP      No llevamos salvavidas....

RG       Que veías de la costa?
EP       A mi derecha veía playa Club con el tamaño de mi dedo índice 

RG       Estarían a la altura del muelle?
EP       Pienso que estábamos un poco más al sur, a la altura del vivero.

Lo escucho a Daniel que grita  "Jesús sacanos de esta" que joda pienso, si este que es el del agua pide ayuda a gritos es porque estamos jodidos.  Yo estaba rezando para adentro.

Estaba ese vientito que había empezado a soplar, sudeste. Me dice Daniel  "agarrá el bidoncito de agua mineral que trajiste, agarralo que te va a ayudar a descansar"

Estaba en el buche de popa, había dos bidoncitos 

EP              Dani, ¿no me lo vas a buscar vos? (estaba asustado)
D               Acá está
EP              Dani, y la tapa?
D               No la tapa no está
EP              Bue.. 

En ese momento yo estaba con una remera blanca y no se por que esa mañana a pesar de que el bronceador sabemos los pescadores es palabra prohibida para la carnada me había embadurnado la cara con un protector factor 60, eso me ayudó un montón.  

Yo no dejé de patear nunca, yo tenía el Playa Club como mi norte y hacia allá iba, Daniel de a ratos paraba, pero yo no paré nunca. 

Daniel     Te vas a cansar de patear
EP          Y bueno  - A cuanto estaremos de la costa, tres horas?
D           Y sí más o menos 

Al rato no se podían entender las palabras, eran sólo sonidos.

De repente me doy vuelta y veo venir un velero, precioso, blanco, venía del lado de Mar del Plata, lo llamamos, le gritamos, le hicimos señas, lo vimos pasar por adelante nuestro y de repente proa a altamar y se fue. Todo lo hacíamos en un marco de calma, de serenidad.

Le seguimos dando, Daniel ya estaba atrás mío.

Más adelante en el tiempo aparecen de Sur a Norte dos barcos amarillos, pesqueros de Mar del Plata, le gritamos ..pesquero!!!  EH!!!  EH!!! No nos vieron. 

En un momento miro el reloj, eran las 13:30 y pensé: Patricia se va recalentar porque no llego a la hora prometida, los chicos van a tener hambre, nunca me puse más contento de la calentura de mi señora y que esto podría provocar dar la voz de alarma.

Habíamos hecho el despacho en el Náutico y la hora de regreso la habíamos fijado para las 13:30

Miro hacia el sur y veo unas lenguas blancas, machazas en el cielo, cumulunimbus, qué lo parío, encima  esto. Al rato el viento cambia, el mar cambia, las olas se hacen molestas, el cielo se pone negro 

RG        EL viento comienza a soplar más de la playa, del SO?
EP       Efectivamente del sudoeste, si hizo de noche, olas grandes, sin cresta pero cuando me subían no llegaba yo a la cima, me pasaban por arriba.

Suena un trueno arriba de mi cabeza, miro y el espectáculo era a la vez bellísimo y aterrador; colores grises, azules, negros, rayos como lanzas púrpura clavándose en el mar; comienza a llover, las olas monstruosas viniendo hacia mí de todos los flancos, espumas, agua y más agua.

Perdí toda referencia, no sabía donde estaba la costa. Comenzaron a caer piedras, unos cascotes sin mentirte tenían por lo menos cinco centímetros de diámetro.

Pensé.. Te vas a morir y te vas a morir en el mar,  Soy Emilio Piperno, mi papá se llamó Carmelo, mi mamá se llama Ana María, mi mujer Patricia, mis hijos Agustín,  Ignacio y Facundo y hoy con 42 años te vas a morir en el mar.

Estaba totalmente resignado y lo aceptaba. Por ahí me ligo un piedraza en la cabeza, me atonta y me evito el sufrimiento de morir ahogado o también puede fulminarme un rayo y se acabó. No puedo dejar a mi familia, mis hijos son chicos, cómo los voy a dejar solos, no puede ser..

La tormenta pasó, el reloj no lo miré más, salió el sol, me reconfortó, me dio nuevas energías.

 

RG           ¿Tenías alguna referencia de Daniel?
EP           No, habíamos perdido el contacto, la última vez que lo escuché estaba detrás mío. Estaba muy preocupado y angustiado, sabía que él no tenía ningún elemento de ayuda para descansar, más allá de su experiencia y conocimientos.

Por momentos me transportaba y me trasladaba a mi trabajo, pensaba en que día era, que estaba haciendo a esta hora. Tenía miedo pero estaba sereno y resignado.

Cada tanto tenía que desagotar el bidón que no tenía tapa, soplarlo para que vuelva a tomar su forma original y descubro que si lo ponía boca abajo no le entraba agua y no era necesario ponerle la mano en la boca para taparlo. Lo calzo en mi muñeca de la mano derecha y puedo comenzar a nadar pecho, hasta aquí nadaba de espalda con el bidón apretando contra mi pecho.

Pasaron las horas y yo no me di cuenta. Cuando busqué referencias hacia la costa ubiqué el edificio Playa Club, pero 10 veces más chiquito que cuando nos hundimos.

Al rato escucho un ruido sordo, veo que de Mar del Plata viene un helicóptero blanco, ¡qué alto que está!  ¡Y qué lejos!, pasó .. pasó y se fue para el sur; no tenía idea si me estaban buscando.

Al rato nuevamente el ruido sordo, siempre alto y lejos; pasó dos o tres veces. Lo veo venir de Mar del Plata y levanto la mano derecha, ¡Acá estoy!, lo veía alto y lejos pero en un momento dobla, empieza a bajar y me venía apuntando  ¿Me vieron! ¡Gracias a Dios! Unos minutos después estaba arriba mío pu-pu-pu-pu-pu  …un ruido ensordecedor, el viento de la hélices que me helaba, tuve todo el frío que no tuve antes. Un detalle, tenía puesta la remera blanca, de algodón, me ayudó un montón, a tal punto que nadando se me levanta a la altura de la espalda y sentí una aguja de agua helada que se me clavaba, la bajé, la acomodé y vuelvo a estar confortable.

El viento que provocaba el rotor del helicóptero me congela, quedé duro y paralizado.

Delante de mí cae una linga, una camilla con dos flotadores naranja, no podía ir hasta la camilla pero no me calenté, ya está, ahora que me vengan a buscar.

La camilla se me acerca, no se si el piloto dio marcha atrás o qué hizo pero la puso al lado mío, le pegué un manotón con la mano izquierda , ¡ no te suelto más!


Foto de archivo

 Me tiro adentro, cierro los ojos y cuando estoy en la camilla me doy cuenta que estaba exhausto, estaba roto. Cierro los ojos, los vuelvo a abrir porque me siento mareado, era el bamboleo de la camilla mientras me izaban, se columpiaba; yo tenía una pierna colgando que no había podido subir, la agarré con las dos manos y de un golpe la metí adentro, vuelvo a cerrar los ojos y los abro cuando se detiene la camilla, había dos buzos en la puerta, les extiendo mi mano para que me agarren y me la vuelven a colocar adentro.

Ingresan la camilla al helicóptero y me sacaron,  me acostaron.

Lo primero que les digo es que tengo mucho frío, me abrigaron, me masajean, cada vez que apoyaba su mano en mi cuerpo era como una bolsa de agua caliente, me devolvía vida; me pusieron suero.

No pude hablar con los tripulantes del helicóptero cuando fui a Mar del Plata a hacer declaraciones, me interesaba mucho saber cómo me habían visto. Pienso que pudo haber sido un reflejo de la malla de mi reloj que uso en mi mano derecha, también en esa mano tenía el bidón.

RG    ¿El buzo de rescate se tiró al agua para yudarte a subir?
Ep    No, yo subí solo, al buzo lo vi cuando entré al helicóptero

RG       ¿Perdiste la lucidez, estuviste siempre conciente?
EP       Nunca perdí el conocimiento es más les repetía que tenía una pre-paga , mi número de afiliado y a qué clínica me podían llevar.   

RG       ¿A qué hora te rescata PNA
EP       A las 19:33 ingreso al helicóptero 

RG       ¿Qué recordás que te hayan hecho?
EP       Me acostaron cortaron mi remera para sacármela, me abrigaron, me masajearon y me colocaron suero. 

RG       Donde aterrizó el helicóptero?
EP       Cuando aterrizamos en el Náutico Miramar y abren la puerta reconozco una persona, el sr. Gavia, presidente del Náutico Miramar, lo primero que le digo es que falta Daniel Benavides. Yo creía que Daniel se había ahogado, cuando empieza a arreciar la tormenta empecé a gritar Daniel, Daniel y después preferí guardar fuerzas para aguantar un rato más.

Me estaba esperando una ambulancia que me llevó al sanatorio Mitre.

Agradecí estar separado de Daniel, me pareció más justo para los dos,  no me sentí con derecho de entorpecer lo que Daniel pudiera hacer por salvar su vida. 

RG       ¿Alguna noticia de Daniel?
EP       No, ninguna, en Miramar  lo daban por muerto. Prefectura cuando me deja en manos de la ambulancia vuelve para buscarlo, llevaban encendido el reflector pero no lo encontraron

RG       ¿Comó se activa el SAR?
EP       Mi mujer es la que da la voz de alarma en el Náutico. Se cansa de esperarme y se va a comer, me cuenta que en un momento se nubló y al rato empezó un viento feroz, la camarera del Náutico la ve preocupada y le pregunta que sucedía, le cuenta que estaba esperando que volviésemos de pescar que había salido con otra persona y que me estaba esperando. La camarera le dice que piensa que entraron todas las embarcaciones pero va a verificar; le dice que acababan de llegar tres embarcaciones que eran las que faltaban llegar a puerto. Me esperó unos minutos para verme ingresar en el restaurante; según me contó eran todas caras serias vio salir gente con trajes de neoprene con gomones y motos de agua. Dan aviso a PNA y se pone en marcha el plan de búsqueda, despachan un guardacostas y dan aviso a las embarcaciones de la zona. El helicóptero demoró la partida por la tormenta.

Pienso que mi señora fue la que pasó los momentos más jodidos, yo sabía donde estaba, que seguía vivo y siempre tuve esperanza de un final feliz.

El yerno del Sr. Gavia, de nombre Leo la contuvo muy bien a mi señora y su soporte fue muy importante. 

RG       Qué pasó después?
EP       Me llevan a la clínica Mitre, me internan en terapia intensiva. Cuando llegué a la clínica tenía un cuadro severo de hipotermia y una fibrilación auricular aguda. Me enchufan un montón de cables, y agujas con suero. Nunca me sentí mal, estaba cansado y con frío, nada más. El programa era que estuviese 48 horas en terapia intensiva y luego un par de días en una sala de piso, el organismo reaccionó muy bien por lo que en menos de 24 horas estaba fuera del sanatorio. 

RG       ¿Quiénes te visitan en el sanatorio?
EP       Mi familia, mi mujer y mis hijos, policías, un oficial de prefectura, a la prensa no la quise atender. También vinieron un hijo de Daniel y un médico amigo, me pregunta por el padre, le digo cuando fue el último contacto que tuvimos y me pregunta si se había golpeado, le cuento que no que habíamos nadado juntos largo rato, su comentario fue  ah.. entonces no te hagas problema. 

RG       ¿Cuándo salís de la clínica?
EP       Salgo a las 3 de la tarde del 31 de enero. Esperé a mi señora, fuimos a hablar con mi madre por teléfono ya que me habían comentado que la prensa hablaba del incidente, habían mostrado imágenes, habían dado nombres  y no comentaban mi real estado de salud. 

RG       ¿Qué hacés luego?
EP       Lo voy a ver a Daniel al hospital donde estaba internado, tuve muy poco tiempo para estar con él, llegué 7 y ¼ y la visita terminaba 7 y ½;  entré a la sala, él estaba en la cama y nos empezamos a cagar de risa, no podíamos decir nada, él se entera que yo estoy vivo porque ve que me suben al helicóptero, me dice "yo estaba a 400 metros tuyo, el helicóptero no me ve" "cuando vi que te izaban dije, a este lo rescataron, se va a la mierda esa corriente cruzada que me jode, le voy a ganar,  empecé a bracear, nadé, nadé y salgo en la playa, en el balneario Tamarisco. Escucho mirá es Daniel , sale Daniel, como era fin de mes estaban haciendo un asado, me agarraron, me pusieron al lado de la parrilla, me dieron unos sándwichs de chorizo, me dieron algo de tomar porque tenía una sed loca, mientras uno decía bueno llamá a la ambulancia"

A Daniel lo tienen internado 48 horas, es evidente que su desgaste físico fue brutal. 

RG       ¿Cuándo salió del agua Daniel?
EP       Daniel salió del agua a las 22:30

Hubo mucho ruido en Miramar, los lugareños lo conocen mucho al "loco", la radio de Miramar lo había dado por muerto, mientras yo estaba en terapia había una guardia periodística, no quería atender a nadie, estaba muy caliente por lo que habían dicho, que yo estaba gravísimo y que Daniel estaba muerto; imaginate la familia, la de él y la mía.  

Los medios comentaban "se ve que Piperno es un hombre con entrenamiento": Yo soy un ex empleado bancario, pescador y sin ningún tipo de entrenamiento físico; si una vida sana, sin cigarrillo ni alcohol. Sorprendió mucho la resistencia que tuvimos, la cantidad de horas en el agua y el estado en que salimos, una de las enfermeras decía que no podía entender que no tuviera una necrosis, no tenés nada me decía. Tenía acalambrada la pierna izquierda, el gemelo  y me hicieron masajes, el comentario de la enfermera fue que tenía los músculos calientes por la cantidad de frazadas que tenía pero que los huesos estaban congelados. En Miramar ese día hacían 36 grados, yo estaba con 10 frazadas, bolsitas de agua caliente en las plantas de los pies y suero tibio inyectado. 

RG       Tenés programado un encuentro con Daniel?
EP       Mirá, cuando Daniel me da el bidón, me da la posibilidad de salvar mi vida.  Espero a la brevedad poder darle un abrazo y charlar un largo rato con él. 

RG       Comentame ahora tu conclusión de todo lo sucedido.
EP       YO soy pescador, no soy marino ni tengo experiencia en navegación. Moraleja final las normas de seguridad en navegación por algo existen y si alguna vez me vuelvo a embarcar, pasará un buen tiempo por respeto a mi familia; a mi no me quedó temor pero no tengo derecho a volverlos a poner en otro momento de angustia por el simple echo de una nueva salida.  

RG       ¿De volver atrás el tiempo que subirías a la lancha?
EP       De todo, todo aquello que me pueda ayudar. No en vano hay una lista de elementos que exigen las normas de seguridad para cada tipo de embarcación. Salvavidas, algo para hacer señales, teléfono estanco.  

RG       ¿Podrías haber pedido un pronóstico antes de salir?
EP       Si, el Club Náutico lo da pero me moví con la experiencia de Daniel, que es baqueano en el lugar. De todas formas si el motor no hubiese dejado de funcionar nosotros estábamos de regreso a las 13:30 mucho antes de que llegara la tormenta. Habíamos postergado varias veces la salida por su percepción del clima, me decía no hoy no porque en tres horas llueve y llovía.  

RG       Tu experiencia con PNA?
EP       Nada para comentar, ellos me sacaron del agua, hoy vuelvo a ver a mis hijos por ellos. 

RG       Cómo son tus días ahora, después de esta experiencia?
EP       Hoy muchas cosas que eran prioritarias y que ahora  pasan a segundo plano. Mis momentos con mi familia, con mi señora y con mis hijos son lo más importante, disfruto mucho más de las pequeñas cosas.