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30-10-2003 Recibí los primeros mails de quienes participamos en esta singladura Mardel - Bs As y no puedo menos que repetir los agradecimientos, a todos y a cada uno de Uds, por compartir esos momentos tan agradables. Aun no tengo barco gracias al famoso corralito (corralón) que me agarró justo y me trituró. Pero, por suerte, tengo esta cofradía náutica, a la cual me estoy integrando y que nunca me dejó afuera. Eso me hace sentir también parte de la misma, lo que me llevó a hacer el curso con Roberto y Valentín, a quienes agradezco, no solo sus enseñanzas, sino también su compañerismo y dedicación. Aprendí también que siempre hay cosas nuevas y amigos nuevos, como todos los que participamos en esta travesía y a quienes agradezco infinitamente el haber podido estar presente. No puedo olvidarme del Capitán, una persona magnífica y un luchador en el agua. Gracias Ricardo por esas
lindas horas compartidas. |
30-10-2003
Estimados miembros de la
cofradía del Florina |
28-10-2003 Weekend al viento Muchas eran mis preguntas antes de embarcarme sobre cuanto de mi conocimiento tendría que ver con el éxito de este viaje. Por suerte las dudas se empezaron a despejar al llegar a Mar del Plata y encontrarme con todos mis compañeros de viaje y saber el rol de cada uno. Ni bien nos acomodamos en el velero se repartió la guardia la cual la compondríamos en dos turnos de cuatro horas y distribuidos de la siguiente manera. Con Valentín Manolio como capitán: Carlos Rey, Sebastián Zalucki, Santiago Pinto y Gonzalo Fernández Pastor. Con Roberto Garro: Borja Blázquez, Mariano Aloisi, Marcela Blanco y Diego Mousalli. Además nos apoyaban en todo momento Ricardo Rapela, propietario del Florina, y Diana Gaschinski. Toda la travesía duró 52 horas de navegación. Todas las horas tuvieron un sabor especial. Lo primero que comprendí que un buen grupo hace una buena navegada y a la inversa. En todo el trayecto sentí varias sensaciones distintas. Las primeras cuatro horas en las que me tocó de guardia fue un momento especial producto de otra navegación oceánica, pero mi primera a vela. Muy distinta a todas mis navegaciones tras los marlines en Centroamérica en los cruceros de más de treinta pies o las navegaciones tras los grandes tiburones de nuestro litoral marítimo. Quizá para mis compañeros era un viaje más o un viaje distinto por la distancia o por el derrotero, para mí era completamente nuevo y eso lo hacía muy especial. Ni bien comenzó a caer el sol empezaron a aparecer las noctilucas. Una vez que terminó nuestra guardia a mitad de la noche nos fuimos a dormir para nuevamente volver a estar bien despiertos para la próxima guardia. Mis compañeros que junto a Roberto siguieron navegando estuvieron acompañados por una noche totalmente estrellada y seguramente hipnotizados por las estrellas fugaces, las constelaciones y la vía láctea, sobre todo Borja que a cada momento nos las mostraba. A nuestra guardia nos tocó ver el amanecer en el medio del mar con la costa bien lejos y con un cielo completamente azul. El día se desarrollo con normalidad a toda vela y con algo de motor en los momentos que el viento nos jugaba una mala pasada. Al medio día comenzó las delicias de nuestro chef a bordo que no pararon hasta el final de la travesía. Durante el día todo era de mayor relajo lo que nos permitía cargarnos entre los dos equipos. Algunos integrantes ya los conocíamos un poco más. Algunos eran más introvertidos y callados como Carlos y otros más inquietos y parlanchines como Seba o Marcela, pero todos con buena onda e intentando dar lo mejor al grupo para que todo saliera de mil maravillas. La segunda noche nos
encontró el frente frió y el Pampero con lo cual hacía más entretenido el
viaje ya que no siempre se puede navegar, estando en un proceso de
aprendizaje, con un fenómeno meteorológico como ese. Llegamos a puerto a las nueve de la noche y otra sorpresa nos esperaba de nuestros capitanes. Un Champagne, un gran abrazo y el sabor de la tarea cumplida. Prometimos encontrarnos y comer, pero también nos prometimos encontrarnos navegando aunque más no sea en nuestro extraordinario Delta o Río de la Plata. Gonzalo Fernandez Pastor
(Alumno del Curso de Patrón y Tripulante en la clínica del 26/09/2003 - MDQ - BUE) |
28-10-2003 Querido capitán Roberto, muchas gracias por
la posibilidad de cristalizar un sueño, navegar en el mar como tripulante y
animarme en proseguir mi sueño de alejarme progresivamente de las costas. |
28-10-2003 Coincido con Uds. respecto al viaje y a lo
aprendido en todo sentido. Espero que podamos repetirlo en otras actividades.
Por lo que adhiero a la propuesta de Gonzalo, que sea con calor y al norte. |
28-10-2003 Sr. Garro Patricio Solas (velero trerapia) |
27-10-2003 A todos los tripulantes con quienes compartí este fin de semana, muchas gracias por la buena onda. fue una travesia magnifica y me alegro mucho de haberlos conocido y haber estado con ustedes.
No se si se va a repetir,
pero mi barco es el CUTTY SARK, un Pandora 32 y siempre hay cerveza, vodka
y whisly a bordo, de manera tal que si me llegan a cruzar están invitados
a un trago.
Para Roberto y Valentín,
muchas gracias por todo, por compartir lo que saben y por enseñarme sobre
todo a cocinar a bordo.
Para Ricardo, muchas gracias
por haberme hecho sentir tan como en tu barco, lo vivi como si fuera el
mio.
Chau Norberto
Dr Norberto A Tordres
(Tripulante en la clínica del 24/10/2003 MDQ-BUE)
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22-10-2003 Hola, mi nombre es José y soy un apasionado de la nautica y la pesca. Los felicito por su página, por estar muy completa ,(aunque para nosotros los fanáticos nada es suficiente),y por ser clara y precisa.
Además de las felicitaciones y el
agradecimiento por tanta información , me gustaría saber a que se refieren
cuando dicen que forme parte en la tripulación, y de ser así de fácil que
cuenten conmigo.
Desde ya gracias y reitero mis
felicitaciones
José de Flores
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3-10-2003
Estimados amigos:
Por primera vez hoy entro a vuestra pagina. Realmente muy bueno el tema
nubes, y sobre todos las fotos. Creo que el resto del material es de la
misma categoría. Tengo 70 años y navego desde los quince años, ya en 1954
fui propietario de un velero muy importante para la época, el que
originalmente fue construido por los oficiales del Graff Spee, prisioneros
de guerra en la Argentina, con intención de escapar navegando a Alemania,
lo habían llamado Aguila. Cuando lo compramos, entre cinco condiscípulos
del Colegio Nacional de Buenos Aires, por intermedio de Marcelo Biassotti,
el dueño era un señor de Rozas socio del YCA, que lo había aparejado cutter con
planos de Hoffman, con burdas volantes, toda una novedad para aquella epoca,
las velas eran de algodón egipcio. Lo rebautizaron ISEO.
Jorge Alberto Högner |
30-09-2003 Hola a todos,
Como no agradecer también al
Lic. Celemín por su detallado y preciso "pronóstico", en el que
coincidió al
detalle en fechas e incluso horas!! con la situación meteorológica, y
gracias al cual estuvimos preparados durante Valentín y Roberto, vuestras enseñanzas van más allá de la náutica y ha sido toda una experiencia de vida compartir con vosotros esta singladura. MUCHÍSIMAS GRACIAS A TODOS ELLOS. A todo el equipo de tripulantes, ha sido un placer compartir con uds esta travesía, les cuento que a medida que nos íbamos conociendo me entraban más y más ganas de cocinar y os agradezco por la onda y lo bien que me hicisteis sentir en todo momento. Espero que en algún momento podamos organizar un viaje en conjunto, en conserva a Colonia o Barra de San Juan, entre el experto en pesca y yo no deberíamos tener problema en comer rico, asi que no sería malo organizar alguna ahora que se viene el veranito. A todos muchas gracias, ha sido un lujazo compartir con vosotros esta experiencia. Las fotos estaré mandándolas hoy, en varios mails ya que estará pesado el tema, voy a mandar todas, como me dijo Valo y después cada uno se queda con la que quiere, los que tengan hotmail vayan vaciando la casilla y si no las bajan directamente de la página de Los Profes. Saludos a todos, y buenos
vientos, Chau
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